miércoles, 11 de febrero de 2015

46. «¡Viva la República! ¡Viva el pueblo soberano!»



Republicana es la luna,
republicano es el sol,
republicano es el aire
republicano soy yo.
(Rafael Alberti)



Consultando la hemeroteca nacional en busca de información sobre mi abuelo, me he encontrado con la edición de El País de fecha 18 de febrero de 1897. En su segunda página figura la noticia que transcribo a continuación:

«Reunidos todos los republicanos de esta localidad, se celebra en verdadero meeting la conmemoración de la fecha gloriosa del advenimiento de la República española, tan grande al nacer como desgraciada en morir.

Leído el Manifiesto que nos dirigen los prohombres que han de representar el estado de la patria, dirigido a las capitales y pueblos de España, este Comité ha consultado a todos los ciudadanos, los cuales todos conformes y unánimes, declaran que se adhieren y aprestan, según lo exijan las circunstancias, a cumplir como buenos soldados republicanos las órdenes de la Junta Central de Unión Republicana de la capital de Madrid. Advirtiendo que ya es hora, después de veinticuatro años salgamos del letargo vergonzoso de un partido tan potente.

Terminado el meeting a las dos de la mañana de este día, en que se inicia la hora de la República, un grito potente de saludo y un fraternal abrazo, mandamos a todos los republicanos y sus jefes de toda España un ¡Viva la República! ¡Viva el pueblo soberano!

Levantada esta acta en Torrubia del Campo, a 11 de febrero de 1897.- El Presidente, Remigio Luna.- El Vicepresidente, Cecilio Torres.- El Tesorero, Candelas Serrano.- Vocales e individuos del Comité, Pedro Torres, Casimiro Silva, Pablo Escribano, Marcelino Fernández, Guillermo Barranco, Ángel Tornero, José María Martínez, Felipe Fernández, Marceliano Fernández, Celestino Fernández, Valentín Moreno, Francisco Fernández, Julián Torres.- El Secretario, Isidro Martínez.- El Vicesecretario, Jesús Fraile.»

24 años después de la proclamación de la Primera República, «tan grande al nacer como desgraciada en morir»,se dan cita los republicanos de un pequeño pueblo de Cuenca, para conmemorar la fecha del advenimiento de la misma.

118 años después de esa reunión, he sabido que uno de esos «buenos soldados republicanos» y vicepresidente del Comité Republicano era mi bisabuelo Cecilio Torres Gutiérrez. En 1897 tenía treinta y cuatro años, y su hijo Arturo, de tan solo dos, fundaría 37 años después  Izquierda Republicana en Torrubia del Campo, siendo por ello represaliado por el franquismo a la pena de doce años de prisión por un delito de auxilio a la rebelión.

Cuando supe que mi bisabuelo Cecilio era republicano, pensé en aquellas palabras del abuelo Arturo, cuando ya en libertad atenuada y ante el auditor de Guerra manifestó:  «Yo soy más republicano que nadie». Tal vez no supiera que su padre también lo era. De casta le viene al galgo ...

Mi bisabuelo Cecilio se afilió a Unión Republicana en 1903. Ese mismo año, según los datos del Anuario Riera, ejerció como secretario del Ayuntamiento de Torrubia  y posteriormente actuó como fiscal. Desconozco hasta cuando, pues en el municipio han desaparecido todos los archivos y en el Archivo Histórico Provincial de Cuenca sorprendentemente no cuentan con documentación de la época.

Mi bisabuelo tenía diez años cuando se proclamó la Primera República. Su hijo, mi abuelo Arturo, alentó y vivió la Segunda República. ¿Y yo? ¿Viviré para ver la Tercera? Si así fuera mi primer recuerdo siempre será para ellos y para tantos hombre y mujeres anónimos que lucharon, luchan y seguirán luchando por un gobierno del pueblo y para el pueblo, por la justicia, la igualdad, la libertad y la fraternidad.

Por ellos y para ellos, hoy día de conmemoración de la proclamación de la Primera República Española, hago mías las palabras que pronunció mi bisabuelo la noche del 11 de febrero de 1897: Mi fraternal abrazo a todos los republicanos y mi grito potente, ¡Viva la República! ¡ Viva el pueblo soberano!


María Torres
Nieta de un republicano español
(Ahora biznieta también)





viernes, 6 de febrero de 2015

45. Los republicanos de Torrubia del Campo.

Proclamación de la Primera República en el Congreso (La Ilustración 1873)



A pesar de la poca información que he podido encontrar, creo que el movimiento republicano en Torrubia fue muy activo.

En el diario de sesiones del 15 de enero de 1870 de las Cortes Constituyentes, Don Eugenio García Ruiz, diputado en el Sexenio democrático y partidario del republicanismo unitario, intentó presentar una exposición firmada por los republicanos de Torrubia del Campo, pidiendo que en atención a no encontrarse monarca, se estableciera la república democrática:

«- ¿La unitaria? - le preguntó el ministro de gobernación-.

La misma que votamos su señoría y yo el 30 de noviembre de 1851 - respondió el señor García Ruiz-.

Votamos contra aquella dinastía. No votamos república y si no, que diga su señoría que república votamos.

La república democrática.- concluyó el Sr. García Ruiz-.»

En El combate de 20 de mayo de 1872, periódico de ideología republicana y efímera existencia, se puede leer la siguiente carta al Director:

«Ciudadano director de El Combate:

Agradeceremos en el alma y le suplicamos que inserte en el valiente periódico que tan dignamente dirige la siguiente protesta: Los que suscriben, republicanos federales, dispuestos a verter su sangre en aras de la gloriosa bandera federal, protestamos enérgicamente con toda la fuerza de nuestro corazón, contra la conducta que hasta aquí viene observando el Directorio. No seríamos dignos de llamarnos republicanos si no protestáramos con la misa franqueza que defendemos nuestra santa causa contra u Directorio que en estas circunstancias, que pueden salvar la República, se les ve tolerar que nos lleven al absolutismo ¡desgraciados, dementes!

No os extrañéis que, al sentir latir nuestros corazones, protestemos de esta manera, porque en estas circunstancias, no creemos que deben ser respetados los que son un obstáculo para la revolución.

Le desean, ciudadano director, salud y República federal.

18 de mayo de 1972

Remigio Luna.- Restituto Luna.- Antonio Salazar.- José Rosales.- Juan Luna.-Benito Fernández.-Antonio Pérez.- Eusebio Orozco.- Siguen más firmas.-»

Nueve meses después de esta carta a El Combate, llegó la Primera República española. Fué el 11 de febrero de 1873, tras la abdicación de Amadeo I de Saboya, quien devolvía la soberanía nacional a los representantes del pueblo, que se la habían ofrecido en votación dos años antes. Ese mismo día, el Congreso y el Senado, constituidos en Asamblea Nacional, proclamaron la República por 258 votos a favor y 32 en contra.

Según palabras de Emilio Castelar: «con Fernando VII murió la monarquía tradicional; con la fuga de Isabel II, la monarquía parlamentaria; con la renuncia de Don Amadeo de Saboya, la monarquía democrática; nadie ha acabado con ella, ha muerto por si misma; nadie trae la República, la traen todas las circunstancias, la trae la conjuración de la sociedad, de la naturaleza y de la Historia, Señores, saludémosla como el sol que se levanta por su propia fuerza en el cielo de nuestra patria.»

El primer intento republicano de la historia de España se caracterizó por la inestabilidad política y expiró el 29 de diciembre de 1874, con la denominada Restauración borbónica que alzó al poder a  Alfonso XII.

Pero sigamos con los republicanos de Torrubia,  que no se resignaban y proclamaban que «allí donde estén la fe, el entusismo y la perseverancia para traer la República, estarán ellos también».

El País de fecha 18 de febrero de 1897, en su segunda página figura la noticia que transcribo a continuación:

«Reunidos todos los republicanos de esta localidad, se celebra en verdadero meeting la conmemoración de la fecha gloriosa del advenimiento de la República española, tan grande al nacer como desgraciada en morir.

Leído el Manifiesto que nos dirigen los prohombres que han de representar el estado de la patria, dirigido a las capitales y pueblos de España, este Comité ha consultado a todos los ciudadanos, los cuales todos conformes y unánimes, declaran que se adhieren y aprestan, según lo exijan las circunstancias, a cumplir como buenos soldados republicanos las órdenes de la Junta Central de Unión Republicana de la capital de Madrid. Advirtiendo que ya es hora, después de veinticuatro años salgamos del letargo vergonzoso de un partido tan potente.

Terminado el meeting a las dos de la mañana de este día, en que se inicia la hora de la República, un grito potente de saludo y un fraternal abrazo, mandamos a todos los republicanos y sus jefes de toda España un ¡Viva la República! ¡Viva el pueblo soberano!

Levantada esta acta en Torrubia del Campo, a 11 de febrero de 1897.- El Presidente, Remigio Luna.- El Vicepresidente, Cecilio Torres.- El Tesorero, Candelas Serrano.- Vocales e individuos del Comité, Pedro Torres, Casimiro Silva, Pablo Escribano, Marcelino Fernández, Guillermo Barranco, Ángel Tornero, José María Martínez, Felipe Fernández, Marceliano Fernández, Celestino Fernández, Valentín Moreno, Francisco Fernández, Julián Torres.- El Secretario, Isidro Martínez.- El Vicesecretario, Jesús Fraile.»

118 años después de esa reunión, he sabido que uno de esos «buenos soldados republicanos» y vicepresidente del Comité Republicano era mi bisabuelo Cecilio Torres Gutiérrez. 

En El Liberal de fecha 27 de marzo de 1897, página 3, encontré el siguiente texto:

«Los republicanos de Torrubia del Campo. El presidente del Comité Republicano de Torrubia del Campo, D. Remigio Luna, nos manifiesta que en nombre y representación de sus correligionarios, ha contestado a la circular que le ha dirigido el Consejo interino del partido republicano nacional en los términos siguientes:

Primero. Que debe disolverse el partido republicano nacional y contribuir con sus fuerzas a los propósitos del partido republicano de mayor influencia en la opinión.

Segundo. Que, a juicio de sus correligionarios, los partidos republicanos progresista y federal unidos constituyen la esperanza de los republicanos de Torrubia; y

Tercero.  Que allí donde estén la fé, el entusiasmo y la perseverancia para para traer la República, estarán los republicanos del mencionado Comité».

En 1893 los republicanos progresistas, federalistas y centristas formaron la coalición electoral Unión Republicana. En 1903 Nicolás Salmerón y Alejandro Lerroux trataron de unificar todas las tendencias republicanas en un solo partido, la Unión Republicana (UR). En su programa contemplaban la restauración de la Constitución de 1869, la proclamación de la República y la convocatoria de Cortes Constituyentes. En las elecciones de 1903 obtuvieron un total de 30 escaños de los 403.

Habría que esperar aún hasta 1931 para ver la proclamación de la II República. Muchos de ellos, no pudieron disfrutarla.


María Torres
Nieta de un republicano español
(Ahora biznieta también)