martes, 23 de abril de 2013

29. Las maestras.


Torrubia del Campo, 1934
Fotografía del Archivo Histórico Provincial de Cuenca




En el Sumario del abuelo figuran dos declaraciones correspondientes a dos maestras de Torrubia del Campo, Fermina Ponce Solla y Asunción Sanz Pérez, realizadas en enero de 1940 y que transcribo a continuación.


Declaración de Fermina Ponce Solla, 7 de enero de 1940.

“En octubre de 1936 fui apresada por los rojos de Torrubia del Campo. Me mantuvieron encerrada hasta mayo de 1937.

Durante ese tiempo y después, Arturo Torres fue quien más me ayudó y favoreció a mi y a los míos, llegando a quitarse la comida por dárnosla a nosotros.

También me ayudó a ocultar en su casa dinero, objetos personales y de valor”.

No he podido averiguar nada más de Fermina Ponce.


Declaración de Asunción Sanz Pérez, 15 de enero de 1940.

“A causa de la guerra y por ser de derechas mi madre fue asesinada. Mi padre, hermano y un primo lograron evadirse a la zona nacional, por lo que yo me quedé sola en el pueblo.

Arturo Torres se puso incondicionalmente a mi disposición, hasta el extremo que quedarse, junto con su mujer, en mi casa, atendiendo mi enfermedad durante muchos días con sus noches.

Me facilitó dinero y víveres, aún sabiendo que yo era de derechas. Antes y después del Movimiento ocultó en su casa dinero y objetos a petición de varias personas del pueblo.

Arturo Torres es un hombre íntegro que rezuma humanidad. Siempre dispuesto a ayudar a quien lo necesite, como fue mi caso”.


Asunción Sanz Pérez era maestra nacional interina de primera enseñanza. Nació en Cuenca. Hija de Baldomero Sanz Sanz, fundador de Solán de Cabras y propietario del Balneario desde los años veinte, pertenecía, por tanto, a una acaudalada familia.

Se formó como maestra y consiguió plaza en Torrubia del Campo con apenas 22 años. Su madre, Julia, fue asesinada en los inicios de la Guerra. Su padre Baldomero, consiguió escapar a zona franquista. Ella se quedó sola en el pueblo y seguramente aterrorizada por la posibilidad de correr la misma suerte que su madre. Y ahí intervino mi abuelo y mi abuela ayudándola y apoyándola a pesar de no coincidir en ideología política.

Asunción estaba casada con Ramón Salmerón Herráiz, también maestro del pueblo, alcalde hasta 1941 y quien hizo de soporte del abuelo cuando estaba encarcelado ayudándole en todo lo que pudo. 

Asunción fue depurada como maestra en 1941. Su expediente se encuentra en el Archivo General de la Administración. He solicitado copia del mismo para averiguar que ocurrió con ella.

Falleció en Madrid el 12 de febrero de 1993 y Ramón Salmerón tres años después.


María Torres
Nieta de un republicano español.





domingo, 21 de abril de 2013

28. El Sumario – Segunda parte.



Cuando en los tenebrosos cuarteles,
cuando en las sacristías
de la traición entró tu espada ardiendo,
no hubo sino silencio de amanecer, no hubo
sino tu paso de banderas,
y una honorable gota de sangre en tu sonrisa.
(Pablo Neruda)

A los cuatro meses de ingresar en prisión el abuelo comparece en presencia del Juez para la lectura de cargos. Esto se produce el 4 de enero de 1940. En ninguno de los documentos que componen el Sumario he logrado encontrar el detalle de los “cargos”. Tal solo un oficio en el que se hace mención a que ese día, “Arturo Torres Barranco, preso en la cárcel del Seminario, asiste a la lectura de cargos por parte del Juez, firmando los mismos”. ¿Acaso se podía negar a firmarlos?


El 4 de mayo de 1940 el Juez comunica al abuelo que se llevará a cabo la vista del Consejo de Guerra, así como el nombramiento de defensor en la persona de Antonio Ruiz-Pérez Pérez. Aunque el Código de Justicia Militar de 1890 en su artículo 548 establecía que en este acto el abogado defensor debía estar presente y “podrá tomar las notas que crea necesarias de lo que presencie y oiga, teniendo derecho a protestar de las ilegalidades que a su juicio se cometan, pero sin dictar las respuestas al acusado ni usar de la palabra en vez de éste”, es fácil suponer que el abuelo no vio la cara del defensor hasta el día de la vista, seis meses después.


El instructor de la Causa considera que “el hecho perseguido se encuentra sancionado en el Bando de Guerra y Código Castrense, y se ratifica  el procesamiento de Arturo Torres Barranco  que se encuentra detenido en la Prisión del Seminario”.

El Bando de Guerra, firmado por Franco el 18 de julio de 1936 y publicado mediante Decreto número 79 por la Junta de Defensa Nacional el 28 de julio de 1936, extendía a todo el territorio mal llamado “nacional” la declaración del estado de guerra y señalaba en su artículo 5º que: “Quedan también sometidos a la jurisdicción de Guerra, y serán sancionados por procedimiento sumarísimo los delitos de rebelión”. Asimismo, se aplicaba el Código de Justicia Militar de 1890 que en su artículo 237 cita: “Son reos de delitos de rebelión Militar los que se alcen contra la Constitución del Estado, contra el Rey, los Cuerpos Colegisladores, o contra el Gobierno legítimo”. En los artículos posteriores se fijan las penas y en el 240 se dice: “La sedición o auxilio para cometer a la rebelión militar, cualquiera que sea el medio empleado para conseguirlo, se castigará con la pena de reclusión temporal. La provocación, inducción y excitación para cometer el mismo delito, cualquiera que sea el medio empleado para conseguirlo, se castigará con prisión mayor”.

La Ley de 2 de marzo de 1943 sobre “Rebelión. Definición y sanción, modifica los artículos del Código de Justicia Militar del 237 al 242, estableciendo que los “delitos políticos y sindicales” constituyen delito de Rebelión Militar si se hacen “con el fin de causar conflictos de orden público interior o desprestigio del Estado, ejércitos y autoridades”.

El delito de rebelión podía ser castigado desde seis meses y un día hasta la pena de muerte para los que “sin alzarse en armas, pero estando identificados con los móviles perseguidos por los rebeldes se adhieran a la rebelión con actos que signifiquen impulso, fomento, ayuda o sostén de la misma”. 

Tener una ideología de izquierdas, ser republicano, haber fundado Izquierda Republicana en una pequeña localidad conquense y ser directivo de este partido era más que suficiente para que al abuelo le imputaran un delito de Rebelión. Y es que media España  había delinquido en lo mismo. A esa denominada “Anti-España” se la castigó con el encarcelamiento y/o la muerte por no adherirse a la sublevación fascista. Como indica  A. Cenarro en La institucionalización del universo penitenciario franquista: "Con un mecanismo tan simple como dejar fuera de la ley a quienes se mantenían leales al gobierno republicano, los sublevados expulsaron de la sociedad y del Estado a millones de españoles. Todos ellos quedaron incursos, de la noche a la mañana, en el delito de rebelión, que posteriormente se denominó "rebelión marxista".

Si no fuera por la tragedia y el dolor que causó y sigue causando la represión franquista, todas estas “leyes” militares aplicadas a civiles después de finalizada la contienda, parecen irreales. Si no fuera porque en media España no hubo Guerra, sino un golpe militar que devoró víctimas leales a la República, que perdieron todo en defensa de los valores democráticos, sería difícil tomarse en serio los protocolos franquistas de Justicia cuyo único objetivo era la violencia y el exterminio de seres humanos. Violencia además calificada como “santa y justa” por los obispos adeptos al Régimen.

María Torres

Nieta de un republicano español.

miércoles, 17 de abril de 2013

27. El sumario - Primera parte.


Españoles, alerta. La paz no es un reposo cómodo y cobarde frente a la historia. La sangre de los que cayeron por la patria no consiente el olvido, la esterilidad ni la traición (…) Españoles, alerta. España sigue en pie de guerra contra todo enemigo interior y exterior(Francisco Franco en Radio Nacional)



El informe de conducta social y política del abuelo solicitado por la Auditoria de Guerra el 6 de septiembre, recibe una primera respuesta por parte del Comandante de la Guardia Civil de Fuente de Pedro Naharro  fechada el 14 de octubre de 1939: “Arturo Torres Barranco no participó en desmanes de la Horda Roja. Tan solo elaboró informes contra la ideología de varias personas como directivo de Izquierda Republicana”.

Tres meses después de su ingreso en prisión, el 9 de diciembre de 1939, el abuelo era nuevamente interrogado. Se afirma y ratifica en su declaración del 14 de septiembre. Preguntado si había tomado parte en detenciones de miembros de derechas de la localidad, lo niega y manifiesta poder acreditarlo a través del testimonio de Santiago Tornero Amores, Pedro Prieto Martínez y Jesús Sierra García.

Pedro Prieto y Santiago Tornero realizaron su declaración el 2 de enero de 1940. Ambos confirmaron que el abuelo había sido fundador de Izquierda Republicana, votante del Frente Popular en las elecciones del 16 de febrero de 1936 y que no había intervenido en desmanes.

Jesús Sierra García estaba casado con la hermana mayor del abuelo, Sagrario. Ambos vivían en Torrubia del Campo y profesaban un gran cariño al abuelo y así lo demostraron durante toda su existencia. De hecho fueron ellos los que se quedaban con mi padre y sus hermanos cuando la abuela iba de visita carcelaria. El cuñado del abuelo había desempeñado el cargo de Alcalde de diciembre de 1932 a julio de 1933, volviendo a retomarlo durante los tres primeros meses de 1936.

En su declaración realizada el 10 de enero de 1940 confirma que el abuelo fue fundador de Izquierda Republicana en el municipio y manifiesta que el 7 de diciembre de 1936 fueron detenidas tres personas por la Brigada Roja. Entre ellas se encontraba Eugenio Espada Fraile, y casi seguro que Ceferino Martínez Moreno y el tío del abuelo Isidro Barranco Plaza, firmantes de la denuncia del 6 de septiembre de 1939. Desde Madrid se solicitaron informes a Izquierda Republicana sobre los mismos. Según testimonio del cuñado del abuelo parece ser que estos informes inicialmente fueron favorables y después desfavorables, por lo que el abuelo, según manifiesta, posiblemente firmó sin saber lo que firmaba, pues: “Arturo Torres hizo cuanto pudo para favorecer, amparar y aliviar la situación en que se encontraban muchas personas de derechas. A finales de 1936, a petición de Felipa Nestares, llevó a la cárcel ropa y víveres para su marido. Igual actuación tuvo con Beatriz Grimaldos”.

Tanto Felipa Nestares Ruiz como Beatriz Grimaldos Nestares  figuran en los documentos de la Causa General como denunciantes el 30 de abril de 1942.

El esposo de Beatriz Grimaldos era Laurentino Martínez Pinedo, médico de 48 años afiliado a Falange. Según su declaración fue detenido en su domicilio el 30 de noviembre de 1936, permaneciendo encarcelado hasta el 1 de noviembre de 1937 en que fue asesinado. También denuncia el asesinato de su hermano Pelayo, abogado de 37 años, así como la requisa sufrida en su domicilio, llevándose alhajas, enseres, muebles, ropa, vino, dinero, un caballo, un coche, todo ello por un valor de treinta mil pesetas. (Ver documento)

El esposo de Felipa Nestares era Felipe Morán Barranco, de 45 años,  farmacéutico de ideología derechista. Según denuncia fue detenido el 30 de octubre de 1936 y posteriormente asesinado.  Cuenta que le fueron incautadas dos pares de mulas, el terreno sembrado, 220 cabezas de ganado, quinientos kilos de queso en aceite, una camioneta y otros objetos, todo ello valorado en unas cien mil pesetas. (Ver documento)

No me sorprende que el abuelo ayudara a estas mujeres, ya que hubiera ayudado a quien se lo pidiera, sin importarle el credo político, pues ésta era su conducta habitual. Lo que no entiendo es por qué su nombre figura como denunciado en la Causa General por Beatriz Grimaldos y Felipa Nestares, así como por otras personas claramente vinculados a Falange, y por motivos que nada tienen que ver con la detención.

Le acusan de saqueos en sus domicilios así como de que en compañía de otros intentó o pensó atentar contra la virtud de dos hijas de un fusilado. Que pronto se olvidaron de los favores. Que pronto se olvidaron que ese “saqueo” lo realizaron ellas mismas y dejaron muchas de sus pertenencias a la custodia del abuelo.


María Torres
Nieta de un republicano español.


domingo, 14 de abril de 2013

26. Republicano.




“Soy más republicano que nadie”



Yo no quiero olvidar y hoy menos que nunca.

Ahora que tengo la certeza del  compromiso político de mi abuelo, de su lealtad con la República y de que nunca perdió la dignidad a pesar de haber convivido con el miedo, ahora menos que nunca, me niego a olvidar.


Ý hoy día de la celebración del 82 Aniversario de la proclamación de la II República Española, quiero recordar una frase de mi abuelo. Tan solo 5 palabras pronunciadas en un interrogatorio el 7 de abril de 1943, cuando ya fuera de la cárcel pero en prisión atenuada, es citado ante el Auditor de Guerra de Aranjuez. Este  le pregunta por la autoría de las firmas de una serie de documentos incautados en relación con su militancia en Izquierda Republicana. El abuelo ratifica que son suyas.


Es posible que el Auditor quisiera cobrarse más impuestos de un vencido. Es posible que quisiera humillarle o simplemente provocarle, porque a continuación le preguntó si sentía arrepentimiento y me imagino que después comenzaría a mofarse la República, ya que de otra forma no entiendo las palabras del abuelo, así como que estas se recogieran en el sumario. No se que ocurrió realmente, pero si sé que en algún momento del interrogatorio el abuelo dijo: “Soy más republicano que nadie”


Gracias abuelo. Gracias por no doblegarte y por ser un hombre íntegro durante toda tu vida.

María Torres

Nieta de un republicano español.


Porque fuiste, soy y porque soy,  será ...
Hoy mi homenaje es para ti abuelo.


lunes, 8 de abril de 2013

25. La búsqueda continua.



"De toda la memoria, sólo vale el don preclaro de evocar los sueños"
Antonio Machado


He leído el expediente judicial del abuelo. Tengo en mi poder el expediente carcelario, el militar, su partida de nacimiento y defunción, así como diversa documentación, pero sigo buscando.

Me falta información. He intentado conseguir los censos electorales de 1931 y 1936, el censo de población de 1935, el registro de quintos de Torrubia del Campo de 1916, datos y/o informes de la constitución de Izquierda Republicana en Torrubia del Campo en abril de 1936, documentación judicial relativa al registro de penados, licenciamiento de presos y visitas en las cárceles, documentación del Patronato de Nuestra Señora de la Merced, Actas de la Comisión Provincial de Clasificación y Excarcelamiento de Presos de Cuenca, afiliación sindical de Torrubia del Campo, y por último la documentación generada cuando el abuelo se presentaba cada quince días en el ayuntamiento de su pueblo para que le recordaran que seguía siendo preso y vencido.

Paralelamente estoy intentando localizar testimonios de presos en relación con su paso por la Prisión Provincial de Cuenca y la Prisión del Monasterio de Uclés. Entre otros me he puesto en contacto con la Asociación de expresos del franquismo a los que visitaré en breve, habiendo recibido por parte del secretario de la Junta Directiva, Andoni Ros, una cálida respuesta.

He llamado a muchas puertas y no siempre había alguien al otro lado.  Es triste comprobar que organizaciones, sindicatos o partidos políticos que deberían mantener viva la memoria republicana y recordar a sus militantes históricos, dan la callada por respuesta, como es el caso de Izquierda Republicana, la Asociación Manuel Azaña, Ciudadanos por la República de Cuenca y la CNT, que después del envío de varios correos siguen sin responder. Algo que cuesta mucho comprender y más con lo que estamos viviendo últimamente en este Estado.

Algo parecido ocurre con la Subdelegación del Gobierno de Cuenca,  Diputación de Cuenca y Archivo General del Ministerio de Justicia, que cuentan con archivos históricos pero parece ser nadie que responde a las peticiones de información.

Debo señalar que por parte de Instituciones Penitenciarias recibí un trato absolutamente correcto y colaborador,  pero se les habrá agotado la paciencia, pues desde hace más de tres semanas espero respuesta a mi solicitud de aclaración de algunos puntos que no entiendo del expediente penitenciario del abuelo.

El Archivo Histórico Provincial de Cuenca merece un capítulo especial. Debe ser de los pocos archivos que cuenta con fondos virtuales denominados "No tenemos nada". Preguntes por lo que preguntes la respuesta siempre es la misma. Ante mi insistencia lo único que recibí de peso por parte de la directora fue un trato inquisidor y completamente inadecuado a mi demanda de información. A lo largo de la investigación he contactado con numerosos archivos históricos y el trato siempre fue colaborador e impecable.

En cuanto al Archivo Municipal de Torrubia del Campo, se me comunicó por parte de la secretaria del ayuntamiento que aparte de las actas de los plenos, no conservan nada anterior al año 1960. No consta el traslado del archivo ni la destrucción del mismo. Triste, pero algo bastante habitual en muchos pueblos. Me ofreció  la posibilidad de comprobarlo por mi misma y acceder al archivo de actas municipales, algo que haré en unas semanas.

Uno de los últimos Archivos con los que he contactado ha sido con el del Ministerio del Interior. El trato y la implicación del mismo en la persona de una de sus funcionarias, Andrea,  ha sido más que satisfactorio. Se encuentran en la actualidad realizando un rastreo por distintas instituciones para ver que consiguen averiguar sobre el abuelo.

No quiero finalizar sin manifestar mi agradecimiento a todos los que se han implicado en mi búsqueda. A mi tío Gonzalo, que me ha hecho llegar la documentación con que contaba, entre ella copia del DNI del abuelo expedido en 1971 y un documento que para mí es una absoluta joya: las cuentas manuscritas del año 1936 que el abuelo, en calidad de recaudador de impuestos municipales, presentó a la última corporación republicana de Torrubia del Campo.

Quiero resaltar la valiosa colaboración de Fernando Partida Iniesta, nieto de Andrés Iniesta (“El niño de la prisión”), que ayer dejó en mis manos un maletín repleto de documentos e información sobre su abuelo en la espera de que encuentre datos que aporten luz a mi búsqueda, no solo a la de la historia que voy trascribiendo en este blog, sino a la paralela que acaba de nacer sobre las cárceles de Cuenca y Uclés. Gracias a Fernando, a su hermana, y a Paloma, por confiarme todo este material.

Y gracias a Gabi, siempre, sin cuya ayuda quizás no sería capaz de enfrentarme al tortuoso camino de la Memoria.


María Torres
Nieta de un republicano español.



martes, 2 de abril de 2013

24. La detención.


«Entonces por primera vez nos damos cuenta de que nuestra lengua no tiene palabras para expresar
esta ofensa, la destrucción de un hombre»
Primo Levi



En la mañana del viernes 1 de septiembre de 1939, casi a la misma hora que Alemania invadía Polonia dando comienzo a la Segunda Guerra Mundial, el abuelo era detenido y trasladado a la cárcel de Torrubia del Campo en prisión preventiva. Ese día cumplía 44 años y como tantos otros españoles leales a la República, pasaba a engrosar el catálogo franquista de destrucción humana.

Es posible que el abuelo solo permaneciera una noche en la cárcel de su pueblo  y que al día siguiente le llevaran al improvisado campo de concentración instalado en el cine Alcázar de Tarancón, donde se hacinaban más de catorce mil personas, o a un almacén de cereales denominado Cámara de Capacha también convertido en prisión custodiada por el temido Tercio de Requetés Virgen Blanca de Álava,  o a la prisión conocida como Casa Parada, ahora transformada en museo.

Cinco días después, el 6 de septiembre, la Auditoria de Guerra  solicita informe de conducta social y política del abuelo, al mismo tiempo que por parte de Ceferino Martínez Moreno, Eugenio Espada Fraile e Isidro Barranco Plaza, este último tío materno del abuelo, se produce la siguiente denuncia:

“Que el 7 de diciembre de 1937, Arturo Torres Barranco, de Izquierda Republicana, hizo uso del sello del partido para informes y denuncias de miembros de Falange, a los que se había pedido se impusiera la pena de muerte”

El 14 de septiembre asiste a la práctica de diligencias ante el capitán de la Guardia Civil y Jefe local del SIPM (Servicio de Información Policía Militar) en Cuenca. En su declaración  el abuelo confirma su pertenencia a Izquierda Republicana, así como que fue el fundador del partido en abril de 1936, aunque posteriormente pasó a ocupar el cargo de Tesorero de la organización. Añade que en septiembre de 1936 y por parte de miembros del Frente Popular, se solicitó a Izquierda Republicana informes sobre determinadas personas de la localidad, todas “fascistas y peligrosos”  y se le convocó a una reunión a la que no acudió, pero si firmó y selló los informes solicitados, manifestando que no se arrepentía de haberlo hecho.

Era habitual en estos interrogatorios a la “horda marxista” que los miembros del SIPM pasaran de las palabras a los insultos y de los insultos a los golpes y si se extralimitaban nada ocurría pues gozaban de la misma impunidad que sus herederos. Sobraba gente envenenada por los ideales marxistas. Sobraba media España, la misma a la que el dictador estaba dispuesto a fusilar para cumplir sus objetivos según confesó a Jay Allen en una entrevista.

Desconozco en qué condiciones se produjo el interrogatorio del abuelo, pero es evidente que su falta de arrepentimiento no debió ser recibida con muy buena cara y fue más que suficiente para que por parte de la Auditoria de Guerra de Tarancón se le procediera a instruir un sumarísimo de urgencia con fecha 18 de septiembre de 1939 (1654/29). Unos días antes era trasladado esposado y bajo vigilancia de la Guardia Civil, que era quien distribuía a los prisioneros en las distintas cárceles, a la prisión provincial de Cuenca, donde ingresó el 10 de septiembre a las tres de la tarde.

El sumario iniciado siguió su curso lento pero implacable.


María Torres
Nieta de un republicano español.