jueves, 28 de febrero de 2013

15. Soy nieta de un republicano español.



"Olvidar es morir"
(Vicente Aleixandre)



           Soy nieta de un republicano español,
           soy semilla de un vencido, de un herido de muerte.
           Soy la esencia del miedo y la represión,
           del frío abismo de una celda,
           del dolor.

          Soy nieta de un republicano español,
          de una República sola y desolada,
          del amargo naufragio de la libertad,
          del cruel ultraje de hambre,
          del dolor.

          Soy nieta de un republicano español,
          de una tierra herida de grietas y balas,
          de la gélida espera en un corredor de silencio,
          de una vida rasgada, humillada,
          del dolor.

          Soy nieta de un republicano español,
          que existe en mí, vive,
          que camina por mi memoria,
          que reclama la verdad en la Historia,
          que duele.

          Soy nieta de un republicano español



          María Torres.
          Febrero 2013




miércoles, 27 de febrero de 2013

14. Expediente procesal de Arturo Torres Barranco. Primera parte.

 
 
 
Sábado, 16 de febrero de 2013.


Tengo ante mi el expediente penitenciario del abuelo. Dos hojas, tres páginas rellenas con escasos datos. En eso se resume su encierro.
 
En una pulcra letra manuscrita aparecen en primer lugar sus datos personales:
 
Expediente procesal de Arturo Torres Barranco
natural de ... Torrubia de Campo ... provincia de ... Cuenca ...
vecino de ... idem ... provincia de ... ídem ...
hijo de ... Cecilio ...  y de ... Candelaria ...
edad ... 44 años ... profesión ... labrador...
instrucción  ... si ... religión ... CAR ...
estado ... casado ... hijos ... si ... núm. de ellos ... cuatro ...
antecedentes ... no constan  ... ingresa por  ... primera ... vez
Domiciliado en ... Torrubia del Campo ...
 
Me han llamado la atención las letras "CAR" en el apartado de religión. No he conseguido averiguar su significado hasta que Gabi me indica que lo que quiere decir es “Católica Apostólica Romana”.
 
Se encuentra sin cumplimentar el apartado de “Señas particulares”, destinado a detallar el color del iris de los ojos, cabello y piel, así como a indicar las características de las cejas, nariz, boca, barba, cara y talla. En su lugar aparece una numeración: 4814.
 
La fórmula dactiloscópica (entiendo que debe ser la huella dactilar) figura en blanco, y tampoco hay ninguna fotografía. Lo mismo ocurre con el apartado relativo a la Causa. El aparato de represión franquista tenía demasiado trabajo para entretenerse con detalles.
 
El abuelo ingresó en prisión a las tres de la tarde del 10 de septiembre de 1939, entregado por el agente Manuel Salvador, y fue puesto a disposición del Jefe del S.I.P.M. (Servicio de Inteligencia de la Policía Militar) con suplicatorio de dicho agente que “se une al expediente de Mariano Ortega Bustos”.
 
Cuatro días después, el 14 de septiembre de 1939, asiste a la práctica de diligencias al S.I.P.M. según “Me hago cargo”, ¿? que se une al expediente de Domingo González Rodríguez, incorporándose el mismo día a la prisión.
 
El 15 de septiembre de 1939, en virtud de la orden del Jefe del S,I,P.M., que se une al expediente de Manuel Medrano Barranco, el abuelo pasa a disposición del Auditor de Guerra de la plaza.
 
Las anotaciones correspondientes al año 1939 terminan ahí, dejándome varias preguntas. No entiendo porqué se une cada actuación al nombre de otro preso, aunque he comprobado que siempre son detenidos del pueblo del abuelo y me pregunto qué o quien será “Me hago cargo”, pues se repite varias veces en el documento. Si alguien después de leer esto tiene una respuesta le agradecería contactara conmigo para informarme.
 
Ignoró si se trata de la Prisión Provincial de Cuenca o de la Prisión del Seminario de UIclés, ya que en ningún apartado se cita cual y las firmas del Jefe de la prisión como del Oficial son distintas en cada actuación. Además, en uno de los escritos que acompañan al expediente penitenciario, firmado por el abuelo, solicitando la prisión atenuada o la libertad condicional, éste señala que escribe desde la prisión del Seminario de Uclés. También cuento con un escrito de la Auditoria de Guerra de Aranjuez, responsable de la prisión del Monasterio.
 
Con la información que tengo en estos momentos me inclino a pensar que estuvo en ambas prisiones, pero desconozco que periodos pasó en cada y el motivo de que estuviera en las dos. A su vez se confirma que estuvo encarcelado en Uclés, algo que hasta ahora solo era una suposición por mi parte.
 
En 1936 el Monasterio de Uclés era hospital del VIII Cuerpo Médico del Ejército Popular de la República. Con la entrada de las tropas franquistas en marzo de 1939 se convierte de inmediato en campo de concentración y en enero de 1940 en terrorífica prisión hasta diciembre de 1943, en la que se hacinaban más de cinco mil prisioneros en su mayoría hombres, muchos de ellos condenados a muerte.
 
Durante casi los tres años que estuvo en funcionamiento la prisión del Monasterio, la represión y violencia franquista dejó una lista de 533 defunciones (hombres, mujeres y niños de edades comprendidas entre 3 y 72 años). Cientos murieron por palizas, inanición, torturas, frío, falta de asistencia médica y por los disparos de los centinelas a los que se premiaba con veinte duros y un mes de permiso por hacer blanco con los presos que se acercaban a las ventanas, aunque según los informes oficiales fallecían de “miocarditis aguda” o “avitaminosis”; Otros murieron delante de un pelotón de fusilamiento. Se fusilaba todos los sábados. Ese era el día que los reclusos escuchaban “La internacional” de las bocas de los compañeros que estaban a punto de morir.
 
No se conformaban con la privación de libertad, con el sometimiento de los vencidos, con las penurias materiales a las que se vieron obligados muchos, la mayoría. Además había que doblegar a los presos, aniquilando su identidad utilizando para ello toda la miseria integral de la que era capaz el sistema penitenciario franquista para después, decidir sobre sus vidas.
 
Me duele imaginar lo que allí debió vivir el abuelo. La degradación y transformación en un ser sumiso, reducido a la nada, que no sólo sufría la falta de libertad, sino la humillación y la miseria en todas sus facetas, pues ese era el objetivo de la represión franquista y de la cual la cárcel fue el eje.
 
Andrés Iniesta, cuya memoria nunca se rindió, nos dejó un valioso testimonio de su paso por la prisión del Seminario de Uclés en su libro de memorias “El niño de la prisión”, del que recomiendo su lectura.
 
El abuelo nunca nos contó aquello que tanto daño le hizo y que le acompañó durante el resto de los años que vivió.
 
Lástima que no sepa que ahora su voz es la mía.


María Torres
Nieta de un republicano español.


 
 
 

martes, 26 de febrero de 2013

13. Busco y espero.


Fotografía del Archivo Histórico de Cuenca
Viernes, 15 de febrero de 2013.



Con la ayuda de Gabi he enviado escritos a la UGT, C.N.T., Partido Comunista y Partido Socialista, por si constara el nombre del abuelo en alguno de sus archivos de afiliados.

A excepción de la CNT que ha dado la callada por respuesta, el resto ha respondido negativamente, sugiriendo buscar el la Red de Archivos Españoles.

Por motivos de seguridad, durante la Guerra, parte de esta documentación fue destruida por los propios partidos o sindicatos. A veces era incautada para con ellos realizar tareas de contra-propaganda e información, ligadas a la represión de los elementos disidentes del régimen franquista.

También he dirigido escritos al Archivo Histórico de Guadalajara, Diputación de Cuenca y Archivo Histórico de Cuenca preguntando si en Registro de Quintas y/o  Comisión Mixta de Reclutamiento hay algún documento sobre él.

En el Centro Documental de la Memoria Histórica de Salamanca me han asegurado que no nada sobre él, a excepción del estadillo de la Causa General correspondiente al pueblo. Me resulta extraño, así que seguiré buceando por este Archivo, sobre todo en el apartado Ejército Rojo y lo que encuentre relativo a organizaciones sindicales.

Por último he solicitado certificación de nacimiento, defunción y matrimonio al Registro Civil de Tarancón.

Mientras pienso dónde más pudiera existir documentación sobre él, espero una respuesta del Juez Coronel responsable del Archivo Histórico de Defensa, que me permita acceder a la lectura del sumario.
Busco y espero.


María Torres
Nieta de un republicano español.



 

domingo, 24 de febrero de 2013

12. La documentación penitenciaria.

Jueves, 14 de febrero de 2013.

Un sobre blanco tamaño A4 sobresale del buzón. Lo recojo y compruebo que el destinatario es la Secretaria General de Instituciones Penitenciarias. Un oficio acompaña y precede a seis hojas fotocopiadas y en las que han puesto una diligencia de compulsa con fecha 21 de enero de 2013, la misma en que solicité telefónicamente a la Prisión el expediente del abuelo.

Estimada señora, 
Le adjuntamos la documentación penitenciaria correspondiente a su abuelo D.  Arturo Torres Barranco, localizada y recibida desde el Centro Penitenciario de Cuenca. 
En relación con su tío-abuelo, D. Antonio Torres Barranco, lamentamos informarle que desde el Centro Penitenciario de Cuenca nos indican que no se ha localizado documentación alguna relativa al afectado. 
Esperando haberle atendido satisfactoriamente en su solicitud, le envío un cordial saludo. 
Mercedes Belaustegui AlonsoSubdirectora General de Relaciones institucionales y Coordinación Territorial.

Mis manos tiemblan cuando accedo a los documentos que acompañan al oficio. Las dos primeras hojas, cumplimentadas por ambas caras,  corresponden a la Prisión Provincial de Cuenca y se trata del expediente procesal del abuelo; la tercera es una carta firmada por el abuelo solicitando la concesión de libertad condicional o prisión atenuada; la cuarta es un oficio de la Auditoria de Guerra de Aranjuez; la quinta un escrito del Ayuntamiento de Torrubia del Campo, firmado por el Alcalde, el Jefe Local de F.E.T. de las J.O.N.S. y el Jefe de Información de la misma, y por último encuentro un oficio de la Comisión Provincial de Clasificación y Excarcelamiento de detenidos y presos en Cuenca.

Nerviosa, vuelvo a meter los documentos en el sobre. Más tarde los leeré con tranquilidad. Ahora no puedo. Ahora solo tengo ganas de llorar.


María Torres
Nieta de un republicano español.
 


sábado, 23 de febrero de 2013

11. Carta a la Defensora del Pueblo.

Excma. Sra. Dª Soledad Becerril
Defensora del Pueblo



Desde hace varios meses estoy investigando sobre mi abuelo, ARTURO TORRES BARRANCO, natural de Torrubia del Campo, Cuenca, represaliado del franquismo.

La Ley 52/2007 de 26 de Diciembre, de la Memoria Histórica establece en sus  artículos  1 y 2:

1.- La presente Ley tiene por objeto reconocer y ampliar derechos a favor de quienes padecieron persecución o violencia, por razones políticas, ideológicas, o de creencia religiosa, durante la Guerra Civil y la Dictadura, promover su reparación moral y la recuperación de su memoria personal y familiar, y adoptar medidas complementarias destinadas a suprimir elementos de división entre los ciudadanos, todo ello con el fin de fomentar la cohesión y solidaridad entre las diversas generaciones de españoles en torno a los principios, valores y libertades constitucionales.

2.- Mediante la presente Ley, como política pública, se pretende el fomento de los valores y principios democráticos, facilitando el conocimiento de los hechos y circunstancias acaecidos durante la Guerra civil y la Dictadura, y asegurando la preservación de los documentos relacionados con ese periodo histórico y depositados en archivos públicos.

El expediente judicial de mi abuelo se encuentra en los fondos del Archivo Histórico de Defensa, al que acudí el pasado 20 de enero para su lectura. No llegaron a entregarme la documentación, ya que según palabras de un funcionario del Archivo, “la misma se encontraban en avanzado estado de deterioro”.

Además me comentó “que la Ley contempla que deben ser restaurados y digitalizados para la consulta pública, pero que ni en el Archivo de Defensa contaban con un restaurador, ni había dinero para ello, por lo que acabarían desintegrándose con el tiempo”.

Consciente de las dificultades existentes para poder examinar el citado expediente, pero tratándose de algo de vital importancia para mi familia y para mi el hecho de recuperar una parte de la historia de mi abuelo,  apelé a la justicia y los sentimientos humanitarios del Juez Coronel del Tribunal Militar Territorial Primero de Madrid, con el fin de que me permitiera acceder a una consulta personalizada en las condiciones que determinara, o alternativamente, se me pudiera facilitar copia fotografía digital del expediente de mi abuelo. Esta solicitud fue cursada a través de escrito certificado el 24 de enero de 2013.

La respuesta que recibí el 13 de febrero del actual a través del Oficial de Gestión habilitado del Ministerio de Defensa en relación con el expediente de mi abuelo fue  Personal de dicho Archivo Histórico nos informa que la Causa núm. 1654, que se le siguió a Don Arturo Torres Barranco, se encuentra muy deteriorada, debiendo esperar para consultarla a que ésta sea debidamente consolidada y restaurada”.

Sé que mi caso no es excepcional y que es cierto que el estado de descomposición celulósica en que encuentran miles de legajos es verdaderamente alarmante, pero también sé que no se va a proceder a ningún proceso de restauración porque su coste sería astronómico al tratarse de varios millones de documentos, y ni en período de vacas gordas se afrontaría semejante gasto.

Me pregunto, ¿Qué se pierde con intentar fotografiar los documentos, aún a riesgo de que algunos se deterioren un poco más, si de todas formas no se detiene el proceso degenerativo del papel y en cualquier caso, no se van a restaurar nunca?

El artículo 22 de la Ley de la Memoria Histórica, Derecho de acceso a los fondos de los archivos públicos y privados,  garantiza el derecho de acceso a los fondos documentales depositados en los archivos públicos y la obtención de las copias que se soliciten.

Por todo lo anterior, solicito su mediación para que se me permita acceder a esta documentación en las condiciones que se determinen, bien a través de una consulta personaliza en presencia de un funcionario o técnico en archivos,  o bien facilitándome copia fotográfica digital del expediente de mi abuelo Arturo Torres Barranco, que se encuentra depositado en el Archivo Histórico de Defensa, Fondo: Madrid; Signatura: (...); Causa: (...); Legajo: (...)


Madrid, 14 de febrero de 2013


Atentamente,
María Torres
Nieta de un republicano español.



viernes, 22 de febrero de 2013

10. El Coronel si tiene quien le escriba. Segunda carta.

 
Coronel Juez
Tribunal Militar Territorial 1º de Madrid
Paseo de Reina Cristina, 3
28014 Madrid.
 
 
Madrid, 14 de febrero de 2013
 

 
Señoría,
 
Con fecha de ayer 13 de febrero de 2013, recibí respuesta a mi escrito de 24 de enero, en el que le solicitaba poder acceder los documentos de la Causa nº 1654 que se le siguió a mi abuelo Arturo Torres Barranco.
 
Como comprenderá la misma no me satisface. Se me pide esperar a que el expediente sea “debidamente consolidado y restaurado”. ¿De cuánto tiempo estamos hablando Señoría? Pueden pasar años y entonces los documentos se habrán perdido por completo.
 
Sé que mi caso no es excepcional y que es cierto que el estado de descomposición celulósica en que encuentran miles de legajos es verdaderamente alarmante, pero también sé que no se va a proceder a ningún proceso de restauración porque su coste sería astronómico al tratarse de varios millones de documentos, y ni en período de vacas gordas se afrontaría semejante gasto, a pesar de que el artículo 1, punto 2 de la  Ley 52/2007 de 26 de Diciembre, de la Memoria Histórica establezca que : se pretende el fomento de los valores y principios democráticos, facilitando el conocimiento de los hechos y circunstancias acaecidos durante la Guerra civil y la Dictadura, y asegurando la preservación de los documentos relacionados con ese periodo histórico y depositados en archivos públicos”.
 
Me pregunto y me atrevo a preguntarle ¿qué se pierde con intentar fotografiar los documentos, aún a riesgo de que algunos se deterioren un poco más, si de todas formas no se detiene el proceso degenerativo del papel y en cualquier caso, no se van a restaurar nunca?
 
Me consta que a historiadores y otros investigadores conocidos y/o anónimos, pero que acceden con frecuencia al Archivo Histórico de Defensa, para consultar los sumarios, no se les niega la entrega de documentación por encontrarse deteriorada, y no entiendo porque se me niega a mí que soy parte interesada al tratarse del expediente de mi abuelo.
 
Señoría, como ya le dije en mi anterior escrito, es muy importante para mi familia y para mí conocer la historia de mi abuelo. Mi padre nunca pudo investigarla ya que antes los archivos no eran de acceso público y posteriormente no fue posible por diversas limitaciones. Es muy mayor, con casi ochenta años creo que ya está en el derecho de saber que ocurrió con mi abuelo.
 
Mi generación es la última que está en disposición de recomponer la historia, sin rencor, y poder cerrar las heridas pasadas. Tenemos derecho a saber, que es el derecho a la verdad,  y no se trata  solo del derecho individual de toda víctima o sus familiares. El derecho a saber es también un derecho colectivo.
 
Nuevamente apelo a su benevolencia y sentimientos humanitarios para que me permita acceder a la causa de mi abuelo, en las condiciones que su Señoría crea convenientes, bien a través de una consulta personalizada con la presencia de un funcionario o técnico en archivos que podría manejar los documentos mientras se me permite fotografiarlos, bien facilitándome una copia digital del expediente y si ninguna de estas dos opciones fuera posible, me conformaría con revisarlo y tomar las notas necesarias.
 
Le agradezco su tiempo en leer este escrito y quedo pendiente de sus noticias esperando se resuelva mi petición de una forma favorable.
 
Atentamente,
María Torres
Nieta de un republicano español.
 
 

jueves, 21 de febrero de 2013

9. La respuesta del Coronel.

15 de febrero de 2013.

La respuesta del Coronel me ha llegado a través del Oficial de Gestión Habilitado del Ministerio de Defensa. Tal y como me esperaba es negativa, al igual que el argumento ya adelantado por un funcionario el día que visité el Archivo Histórico.

Personal de dicho Archivo Histórico nos informa que la Causa núm. 1654, que se le siguió a Don Arturo Torres Barranco, se encuentra muy deteriorada, debiendo esperar para consultarla a que ésta sea debidamente consolidada y restaurada”

Ni mi caso es excepcional ni voy a negar algo bastante evidente como es el estado deplorable en que se encuentran muchos archivos. Dudo que el Estado acometa la ingente labor, sobre todo por su alto coste, de restaurar toda esta documentación.

Se me pide que espere ¿Cuánto? ¿A que se destruya por completo el expediente por la desidia de una institución, mientras me impiden ejercer el derecho de acceder a la historia de la represión de mi abuelo?

No. No voy a esperar de brazos cruzados.

El Coronel si tiene quien le escriba, y esa soy yo.


María Torres
Nieta de un republicano español


miércoles, 20 de febrero de 2013

8. Declaración de un testigo.


Miércoles, 6 de febrero de 2013.

Hoy he recibido un correo de mi amiga Ana. Su abuelo estuvo encarcelado en la Prisión del Monasterio de Uclés. Fue asesinado y hace apenas un año lograron exhumar su cuerpo de una de las fosas que allí se encuentran.

Me adjunta la imagen de un documento. Se trata de una de las páginas del sumario  de su abuelo, en concreto de la declaración de un testigo, Eugenio Espada Fraile. Está fechada el 10 de febrero de 1940 y al final de la misma aparece el nombre de mi abuelo.

Trascribo el texto ya que la copia del documento está distorsionada, haciendo bastante difícil su lectura. Las líneas de puntos entre paréntesis corresponden a tres palabras que no he sido capaz de descifrar.


DECLARACIÓN DE TESTIGO: EUGENIO ESPADA FRAILE


En Tarancón, a diez de Febrero de mil novecientos cuarenta, ante este Juzgado compareció el testigo nombrado al margen, el cual fue enterado del objeto de su comparecencia, de la obligación que tiene de decir la verdad y de las penas en que incurre el reo de falso testimonio, siendo ………., con arreglo a su clase, y

Preguntado por las generales de la Ley, dijo llamarse como queda dicho, de 33 años de edad, de estado casado natural de Torrubia del Campo, de profesión zapatero, que no ha sido procesado y con domicilio en Torrubia.

Y que no le comprenden las demás.

Preguntado,  por S.S. Manifiesta:  que sea cualquiera el número de denuncias que tiene suscritas solamente se atiene a las manifestaciones que haga ante este Juzgado, que son las que exclusivamente se ratifica.

Que aparte de otras detenciones, de escasa duración, el declarante denuncia que el día 7 de diciembre de 1937 fue detenido en su casa por unos militares forasteros guiados por GREGORIO GARCÍA (a) El Meco, y en unión de otros dos, los llevaron, primero a una casa de Villarrubio,  donde estuvimos cuatro días y después a la Ermita de Almendros donde estuvieron otros cuatro, pasando a Madrid al S.I.M. y después a la Prisión Militar, donde permaneció tres meses, y el día 26 de febrero de 1938 se les trasladó a la Prisión de Porlier, donde estuvieron hasta la liberación por las tropas nacionales.

Que el abogado que les habían nombrado para (........)  (........) porque el juicio no llegó a celebrarse, le ( ……) la denuncia de que habían sido víctimas y que, estaba firmada por uno que está en Ávila y por HORACIO GARCÍA, CONCEPCIÓN CUENCA, JUAN DE LA TORRE, ARTURO TORRES, HIGINIO GÓMEZ, FERNANDO GARCÍA CHANDE (a) Sebol y el informe desfavorable del Alcalde  JULIÁN AMORES.

Leída que le fué se afirma y ratifica en su contenido firmado después de S.S. Doy Fé.


 *

Eugenio Espada Fraile, más conocido como “El Cojo Tramillones”.  Era un delator ejemplar que llenó la Causa General de denuncias hacia sus vecinos. Posiblemente esto le valió para conseguir dos puestos del Ayuntamiento, el de cartero y el de guarda del término municipal. En este último también ejecutó una de sus aficiones favoritas, dedicándose a denunciar a los agricultores que se encontraban trabajando la tierra los domingos. Parece ser que hasta entrados los años setenta estaba prohibido trabajar ese día.

Cuando yo llegué a conocerle seguía siendo el cartero del pueblo. Me pregunto si se atrevía a mirar al abuelo a los ojos cuando iba a entregarle la correspondencia.

Esta es la persona a la que yo retiré el saludo cuando de niña escuché que por su culpa el abuelo fue encarcelado, pero cuando hizo esta declaración, el 10 de febrero de 1940, el abuelo ya se encontraba preso, por lo tanto no puede tratarse de la denuncia inicial que le condujo a la cárcel.


María Torres
Nieta de un republicano español.





lunes, 18 de febrero de 2013

7. El Coronel si tiene quien le escriba. Primera Carta.

Coronel Juez
Tribunal Militar Territorial 1º de Madrid 
Paseo de Reina Cristina, 3
28014 Madrid


Madrid, 24 de enero de 2013


Señoría:

Hace un tiempo inicié una investigación sobre mi abuelo, represaliado del franquismo, que fue encarcelado al finalizar la Guerra Civil.


El pasado 20 de enero acudí al Archivo Histórico de Defensa, con objeto de leer su expediente y poder obtener información sobre lo sucedido. Mi disgusto fue grande cuando me informaron que no podían mostrarme el mismo por estar en avanzado estado de deterioro.


Soy consciente de las dificultades existentes para poder examinar el citado expediente, pero es tan importante para mi familia y para mi, que apelo a sus sentimientos humanitarios esperando sepa comprender la situación y su benevolencia me permitiera acceder a una consulta personalizada en las condiciones que determine, o alternativamente se me pudiera facilitar copia fotográfica digital de los documentos.


Le agradezco su tiempo en leer este escrito y quedo pendiente de sus noticias esperando poder resolver mi petición de la forma que estime conveniente.


Los datos del expediente de mi abuelo son los siguientes:


Arturo Torres Barranco.
Fondo: Madrid
Signatura: (...)
Causa: (...)
Legajo: (...)


Atentamente,
María Torres
Nieta de un republicano español.

P.D.: Mis números de contacto (…)




domingo, 17 de febrero de 2013

6. Buscando en la Causa General.

"Los rojos españoles son como eran, incendiarios, sacrílegos y saqueadores. No han cambiado"
 


Martes, 21 de enero de 2013



No estoy dispuesta a que dejarme invadir por el desánimo. Utilizando el que seguro es el argot del “Coronel” intento convencerme de que he perdido una batalla pero no la Guerra, así que cuando Pedro Peinado me sugiere que busque en la Causa General, me pongo manos a la obra confiando en encontrar algo de información para ir recomponiendo la historia de la represión del abuelo por si ocurriera lo peor  y lo peor en este caso es que no pudiera ver nunca el sumario.

Debo estar muy afectada por la situación de ayer en el Archivo de Defensa, porque me acabo de leer el prólogo de la “Causa General de la Guerra Civil Española, la dominación roja en España” firmado por Eduardo Aunós, promotor de la Causa y Ministro de Justicia en 1943, y ahora tengo ganas de vomitar. Desaconsejo su lectura salvo que se sea muy franquista y se utilice solo para purgarse.

La Causa General fue creada por Decreto de 26 de abril de 1940 y ratificado por el de 19 de junio de 1943 y “Atribuye al Ministerio Fiscal, subordinado al Ministerio de Justicia, la honrosa y delicada misión de fijar, mediante un proceso informativo fiel y veraz para conocimiento de los Poderes públicos y en interés de la Historia, el sentido, alcance y manifestaciones más destacadas de la actividad criminal de las fuerzas subversivas que en 1936 atentaron abiertamente contra la existencia y los valores esenciales de la Patria, salvada en último extremo, y providencialmente, por el Movimiento Liberador”.

La Causa General fue un procedimiento instruido por la Fiscalía del Tribunal Supremo del gobierno franquista. Un gran sumario con el objetivo de depurar responsabilidades políticas por las actuaciones de personas e instituciones republicanas durante la Guerra, en busca de los hechos delictivos que se habían cometido durante la “dominación roja”. La Justicia Militar se extendió por todos los pueblos del Estado. Durante los primeros meses se instruyeron miles de procedimientos sumariales, miles de personas fueron encarceladas y miles ejecutadas.

La información  se  distribuía  en  once  apartados:  Alzamiento,  Ejército  rojo,  Cárceles y  sacas,  Checas, Justicia  roja,  Prensa, Actuación  de las autoridades,  Delitos contra  la  propiedad,  Banca,  Persecución  religiosa  y  Tesoro  artístico  y  cultura roja. La investigación se dio por finalizada en 1946, y se cerró oficialmente en 1969 a través del Decreto 10/1969 de 31 de marzo.

En 1954 toda la documentación de la Causa General fue traspasada al Ministerio de Justicia donde permaneció hasta 1980 que fue depositada en el Archivo Histórico Nacional. Desde 2011, la Causa General se aloja en el Centro Documental de la Memoria Histórica de Salamanca, la mayoría de los archivos están digitalizados y se pueden consultar a través del Portal de Archivos Españoles (PARES).

No es fácil moverse por estos archivos. Comienzo por poner en el buscador el nombre del abuelo. Ningún resultado encontrado, así que escribo “Torrubia del Campo” y se abre una ventana  donde se muestran los archivos y las ubicaciones en los que se han encontrado unidades que coinciden con este nombre.

Elijo el archivo de la Fiscalía del Tribunal Supremo y selecciono “Partido Judicial de Tarancón (Cuenca), FC-CAUSA_GENERAL,1063, Exp.5, 1940 / 1944”.   Se abre un listado con las características del archivo, entre ellas el alcance y contenido de archivo. En este caso el detalle es el siguiente:

  • Relación de localidades del partido judicial de Tarancón.
  • Oficios.
  • Estado nº1: relación de personas residentes en este término municipal, que durante la dominación roja fueron muertas violentamente o desaparecieron y se cree fueron asesinadas.
  • Estado nº2: relación de cadáveres recogidos en este término municipal, de personas no reconocidas como residentes en él, que sufrieron muerte violenta durante la dominación roja.
  • Estado nº3: relación de tormentos, torturas, incendios de edificios, saqueos, destrucciones de iglesia y objetos de culto, profanaciones y otros hechos delictivos que por sus circunstancias, por la alarma o el terror que produjeron deban considerarse como graves, con exclusión de los asesinatos, que fueron cometidos en este término municipal durante la dominación roja.
  • Informes del Ayuntamiento.
  • Declaraciones de testigos.  
  • Extractos de sumarios seguidos por la Fiscalía Jurídico Militar de la Primera Región.
  • Certificaciones.

Compruebo que figura documentación de Torrubia del Campo y el número de páginas en que se encuentra. Ahora solo tengo que seleccionar visualizar imágenes y buscar …

Es duro enfrentarse a la visión de estos documentos. Da igual que se conozca a las personas que figuran en ellos o no. Pueblo por pueblo, las listas de acusados son interminables, las denuncias practicadas contra ellos parecen de ciencia-ficción. 

Mi ojos recorren impacientes los listados de denunciados. Reviso el Estado número 3 “Relación de tormentos, torturas, incendios de edificios, saqueos, destrucciones de iglesias y objetos de culto, profanaciones y otros hechos delictivos que por sus circunstancias, por la alarma o el terror que produjeron, deban considerarse como graves, con exclusión de los asesinatos que fueron cometidos en este término municipal durante la dominación roja”.

El listado está lleno de nombres y acusaciones variopintas. Allí, con una letra mecanografiada menuda y en tonos morados, encuentro el nombre del abuelo: Arturo Torres Barranco. El hecho delictivo que se le imputa: “Durante la guerra se incautó la horda marxista de las fortunas de los señores que a continuación se relacionan, saqueó sus casas y hasta intentaron o pensaron atentar contra la virtud de dos jóvenes hijas de un asesinado”.

"Intentaron o pensaron atentar". No es que se tenga certeza del delito, tan solo se supone. Incluso se supone lo que pensaba. Un tremendo odio y un insoportable hedor fascista emana cada una de las palabras de este documento, firmado por el Alcalde de la localidad, Pedro Garrido, el día 28 de octubre de 1940.

El abuelo llevaba ya más de un año en la cárcel.


María Torres
Nieta de un republicano español.